08 septiembre 2009

Muros Santiaguinos

Sorpresivamente he percatado que no cumplo con las expectativas de los demás. Todos al verme, me dice “estas igual”. Como si fuera necesario cambiar, ¡imperativo!, o como si ese imperativo de cambiar fuera de apariencia.

Me dejan ser entonces sospechosa, frente al show de ser distinto. ¿Acaso soy igual al resto?. De ser así, ¿cuál seria el problema de serlo?

Qué murmuran todos que no dejan de mirarse, como pantomimas animadas que luchan por ennegrecer aun más su mundo, por pelearse porque no quieren ser otros, pero ¿buscan ser “otros” o ser esos “otros” que son “más”?… en esa búsqueda de ser rock star, terminan siendo todos iguales: amargados.

Prefiero sentarme a contemplar esa búsqueda de diferencia, que los iguala y reírme.

A ojos ciegos, oídos sordos. Mejor no escuchar su palabrería insensata de agobiada vida de estándares que buscan romper el mundo. No rompen nada más que su alegría de ser iguales.

M.
7 septiembre 2009



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