24 septiembre 2009

Miedo


No se que insospechadas circunstancias rodean el futuro, pero no puede contenerse. Por más que quiera, he de aprender que la soberbia humana no puede tener el tiempo, ni el control de ello.


Se levanta llena de frío, temblorosa por la espalda mojada de la tormenta… pero la lluvia será tropical, devastadora, emergente, dejando caer todo, y cuando ya no haya mas que absorber, el agua correrá… correrá hasta seguir su rumbo… así, cuando haya pasado la tormenta, habrá un nuevo olor y habremos aprendido a no contener, a no controlar, lo incontrolable, a esperar que surjan nuevos olores, el camino se despeje y podamos mirarnos las caras, ahora si juntos, para seguir rumbo como uno sólo.

M.

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