22 mayo 2012

desde una ventana...

me senté a tomar un chocolate caliente, en una esquina de cumming con almirante montt... pasaron los segundo, y se cerro el café.
desesperanzada, tome mi libro, y busque otro lugar: llegue a un bar, en la esquina contraria.
yo : en la barra leía, con una cerveza.
me sentía admirablemente sola... pero contaba cada segundo,
golpeteando las yemas de los dedos por cada silaba del texto, y cada peatón que pasaba frente a la ventana del bar.
transcurría el atardecer, entraba y salian personas en segundos largos y apretados
en el tiempo de una paceña y un articulo sobre negritud.
me sonreía el trompetista del bar,
y me sentida sadicamente libre para esperar... segundos entre mis dedos
como quien desgrana una coronta para dar de comer a las gallinas,
así esperaba que cruzara un transeúnte en aquella ventana, se detuviera, me viera y reconociera en efímeros segundos que lo esperaba.
no importo, pasaron segundos que fueron horas... nadie se reconoció en el reflejo de la ventana, ni se percibió mi gorro rojo desde afuera,
la espera nunca fue una escenografía ideal para ser divisada
no hubo aplausos
ni ovaciones
ni menos suspiros de ilusiones
solo una cerveza, acompañando una lectura en un bar.

M.

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