28 agosto 2011

Aprender

Si algo tuviera que reconocer en este viaje, es que: el paisaje no es todo.

De ambula de manera impresisa em mi dos ideas: admiración y maravilla de este nuevo mundo; y nostalgia por mi próprio mundo. Algo falta em aquel bocado -sea una moqueca, un acarajé, un açaí... sea una puesta de sol, un mar tíbio y abrazador- algo sabe a deuda.

Los sabores no satisfasen, la sonrisas no tienen el mismo sonido... un cierto dejo de vacío se vive em mi caminar, un cierto deshacierto em mis pisadas.

Aunque aprendo siempre -a veces duele- hoy me vuelvo a sentir fuera, lejos, en otro sitio, hoy vuelvo a saber que soy yo de otra tierra. Aprendo que los amigos son mucho más que quizas un atardecer paradisiaco con olor a “cartão postal”.

M.

No hay comentarios: