Un día volví para mirarte de frente, pero ya te ibas.
Entonces te mire de lado y así parece que se mantenía tu imagen, en un costado de la calle cuando caminaba, recorriendo callejones del barrio… con cara de Tuareg, de pelos negros y barba tupida, a quien nadie puede desconocer el pasado árabe de España. Solo faltaba un toque de azul en tu ropa… Y me dices que eres de Galicia, pero ¡si tu eres del norte de África!.
Hoy solo veo cosas planas, ya no existe tanto color en las calles. Giro por otros lados, y tú quizás por allá, también piensas igual. Al fin y al cabo ¿de donde éramos?.
Eso pienso, cuando en el buzon del mail aparecen mensajes que dan señales que existió otro lugar y otro momento.
M
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